Saturday, November 12, 2011

Hannah Stevenson (Algarrobo, Chile)

Estaba viviendo en Santiago, Chile por el semestre de otoño de 2010 y vivía con una familia por todo mi tiempo allá. Había viajado algunas veces antes de ese semestre, pero esta experiencia fue algo tan distinta. Lo que aprendí de mi semestre en Chile es que viajar con amigos es una experiencia completamente diferente que vivir en una casa, con otra familia, en un lugar fuera de su elemento. El día de independencia de Chile es el 18 de septiembre y mi familia chilena siempre iban a la playa por el fin de semana. Yo fui con toda la familia, tíos, tías, primos, y la abuela (o la matriarca.) Compartí un cuarto con cinco primos, nunca había agua caliente, y fue un fin de semana caótico. La familia era muy enérgica y cada vez que fuimos a la playa, fuimos todos juntos. La familia es un concepto muy diferente en Latinoamérica. Son muy íntimos y unidos y yo sentía que fuera una parte de esta familia tan bella. Un día, al atardecer, estábamos sentando en la arena, disfrutando la playa, y de repente, una bandada enorme de aves apareció del cielo, volando para una caja de pescado en la playa, cerca de nosotros. Parecía que los aves estaban por todos lados, y toda la familia empezó a gritar y reir, y los niño empezaron a correr y trastornar los aves. En ese momento, yo sentí una alegría inexplicable. Sentí que estaba en mi hogar y que realmente pertenecía en ese lugar, lejos de todo que había conocido en mi vida. En ese momento, con mi familia latina y querida, aprendí que hay otra forma de vivir. Esa familia cambió mi vida y la manera en que veo el mundo.



Otro modo de ser humano y libre. Otro modo de ser. -Rosario Castellanos
I was living in Santiago, Chile for the semester of Fall, 2010 and I was living with a host family for my whole time there. I had traveled a few times before that semester, but this experience was something very different. What I learned from my semester in Chile is that to travel with friends is an experience completely different from that of living in a house with another family in a place very outside of one’s comfort zone. Chile’s independence day is September 18th and my Chilean family always went to the beach for the weekend. I went with the whole family that weekend, including the aunts, uncles, cousins and the grandmother (or the matriarch.) I shared a room with five cousins, there was never hot water, and it was all in all, a very chaotic weekend. The family was very energetic and every time we would go to the beach, we would all go together. The concept of family is something very different in Latin America. They are very intimate and united and I felt like very much a part of that beautiful family. One day, at dusk, we were all sitting on the sand, enjoying the beach, and all of a sudden a flock of birds appeared out of the sky, flying towards a box of fish on the beach right by us. It seemed like the birds were everywhere around us and the whole family starting shouting and laughing and the little children began to run and disrupt all the birds on the beach. In that moment, I felt an indescrible joy. I felt that I was at home and really belonged in that place, so far away from anything I had ever known in my life. In that moment, with my dear Latin American family, I learned that there is a different way to live. That family changed my life and the way I view the world.

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